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Algo huele mal en Pelequén

Viajamos hasta el pueblo de Pelequén perteneciente a la comuna de Malloa, ubicado a 120 Km. al sur de Santiago en la región de O’higgins, para conocer en terreno el problemas que los aqueja.

En el año 2007, la empresa Colhue S.A, presentó el proyecto de impacto ambiental para la construcción de una planta de tratamiento de lodos orgánicos al interior del pueblo de Pelequén. Tras un largo trámite administrativo y varias irregularidades, se da luz verde a la construcción de la planta en febrero del 2008. Hay que destacar que la ley chilena en materia medioambiental, es muy permisiva.

Se dijo en un principio, que la planta estaba ubicada a 3 Kilómetros del pueblo de Pelequén, pero en la realidad está a tan solo 650 metros lineales. Según la circular 2444 vigente hasta ese minuto, se expresa claramente que no pueden haber viviendas a menos de 300 metros de la planta y en la realidad pudimos verificar que hay viviendas a 50 metros.

En el año 2009, se solicita por parte del municipio, una audiencia con la ministra del medio ambiente de la época, Ana Lya del Carmen Uriarte Rodríguez, para formar parte del COF (Comité Operativo Fiscalizador). El municipio de Malloa, encabezado por el recién electo alcalde Don Luis Barra, fue invitado a 12 visitas fiscalizadoras donde se aplicaron sanciones a la Planta. Es en este momento donde comienzan las sospechas de que algo andaba mal, luego de un informe elaborado por el arquitecto del municipio. Efectivamente, las irregularidades en el funcionamiento de la planta quedaron al descubierto tras el informe y sospechosamente, el municipio fue inmediatamente desvinculado del COF a mediados del año 2009 y el informe se perdió.

Al año siguiente, 2010, después del terremoto los problemas se intensifican aún más. Según datos entregados por el alcalde, durante el periodo Marzo – Mayo ingresaron 50.000 toneladas a la planta y según el informe de impacto ambiental entregado por la empresa, sólo estaban capacitados para recibir 3400 toneladas. De igual forma, la capacidad diaria de la planta era de 160 toneladas, pero se ingresaban 1800, lo cual, evidentemente, comenzó a traer problemas de malos olores, plagas de moscas y ratas al pueblo de Pelequén sin contar el inmenso flujo de camiones por las calles.

La gota que rebalsó el vaso

Las autoridades regionales estaban al tanto de las irregularidades cometidas por la empresa Colhue S.A y los problemas de los vecinos, pero no hacían nada. En vista de la nula respuesta por parte de la autoridad, los vecinos y dirigentes sociales del pueblo de Pelequén, decidieron organizarse y tomar cartas en el asunto.

El olor a mierda, que llegaba a impregnar la ropa, las moscas y los ratones ya no se soportaban. Vecinos nos contaban que utilizaban hasta 4 tubos de insecticida en aerosol durante el día, y aún así no lograban combatir las moscas.

Era fin de semana largo, en plena semana santa (7 y 8 de Abril) cuando los vecinos deciden salir y tomarse la carretera en señal de su descontento a la nula actitud por parte de las autoridades. Su intención era visibilizar el problema y lo consiguieron. Llegó toda la prensa y la TV. Lo que no tenían presupuestado era la llegada de fuerzas especiales, quienes los reprimieron fuertemente. Incluso, según testimonio de algunos vecinos, carabineros lanzó bombas lacrimógenas al interior de las casas.

Gracias a estas protestas, las autoridades reaccionaron (siempre es así, son autoridades reactivas) y convocaron a todos los estamentos y el día 13 de Abril el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), sancionó a la empresa Colhue S.A al cierre provisorio por 90 días hábiles.

Lo que viene

La sanción aplicada por el SEA a la planta puede ser prorrogable, pero el municipio, quiénes mantienen buena comunicación con los dirigentes sociales, y los vecinos no están dispuestos a esperar más y exigirán el cierre definitivo de la planta.

Luego de que se dio a conocer a todos el problema a través de las protestas y los canales de televisión, el dueño de la empresa firmó un compromiso público de cierre de la planta, pero dicho compromiso se ve más falso que Judas, ya que legalmente ante las oficinas del Seremi de Medio Ambiente no hay ninguna presentación formal de cierre.

El plazo del cierre se cumple el día 24 de Agosto y todo Pelequén está expectante a lo que sucederá. Dirigentes sociales y los jóvenes se han organizado muy bien a través de las redes sociales y han mantenido a todo el mundo bien informado. Creo que esta vez no será la excepción. Como nos dijo una vecina, Pelequén despertó y está mas unido que nunca en la lucha por defender la calidad de vida de su pueblo.

Reportaje

Algo huele mal en Pelequén from UrbanboxCL on Vimeo.

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