El pasado martes Bachelet se perdió una linda oportunidad de hacer un verdadero sahumerio democrático, ese exorcismo de Pinochet que tanta falta hace o, dicho de otra forma, era la ocasión de encender el espantacucos capaz de disolver para siempre los fantasmas de la dictadura. Toda la arquitectura política y económica de la transición reposa […]
![]() |
![]() |